Hay elecciones dentro de unas semanas: un partido pierde y otro gana en las encuestas. Hasta aquí, todo normal: la alternancia es habitual en democracia y el partido en el poder se desgasta, además el PSOE no lo ha podido hacer peor. Pero...¿que ha hecho el PP para ganar algo? pues no ha hecho nada, excepto estar calladito para que no le tilden de facha.
Y entonces la mayoría de españoles tenemos un dilema.
Ya se que hay que votar al menos malo y todas esas cosas que componen el juego de la democracia. Bien.
Y...¿ quien nos defiende de los propios políticos, de esa casta que vive a expensas del erario público (dinero de todos), y que esta corrupta hasta las cejas?. De estos que no saben el significado de la palabra servicio aunque son servidores públicos y que dan a los bancos (porque los bancos se lo han dado a ellos en forma de prestamos y prebendas) lo que niegan a los ciudadanos, que el único delito que hemos cometido es pagar el IRPF sin rechistar durante toda nuestra vida laboral.
Pues ese dilema es en el que nos encontramos muchos: estamos mas que hartos de que nos manejen a su antojo y que si hay crisis siempre la paguen los mismos.
Y la pregunta es: ¿como dar un toque a la casta?. ¿Que es mejor: no votar, votar en blanco o el voto nulo?
Por favor, si alguien lo sabe que me lo diga.
Plaza de la Concordia
Obelisco de Luxor con Parlamento al fondo
Te adjunto una addenda al mensaje CAPONAZO:
ResponderEliminarLa abstención y el voto en blanco, pasadas las elecciones, quedan relegados al olvido total. Entonces sería justo que, si se produce una abstención, por ejemplo, del 20 % del electorado, el 20 % de los sillones del Parlamento quedaran vacíos, sin ningún titular, durante toda la legislatura. Con ello veríamos aquellos 70 sillones (20% d 350) permanentemente vacíos, dando cuenta de que las leyes serían gestionadas solo por los 280 parlamentarios votados. Se produciría importante ahorro presupuestario y se evitaría que, si algún dia vota solo el 10%, hubiera siempre 350 "señores" con sillón. Ya sabemos que esta utopia no está contemplada en las reglamentaciones electorales.
Cesar